Según una
encuesta publicada por el periódico ruso RBC Daily, la mayoría de los
ciudadanos de la Federación, prefieren los productos alimenticios de marca
soviética, frente a los de marcas nuevas y extranjeras, que entraron en el
mercado de Rusia tras el proceso liberalizador de Gorbachov y el colapso de la
URSS.
El sondeo
realizado por el centro VTsion, indicó que casi el 60% de los consumidores rusos,
eligen comprar los alimentos de marcas de la era socialista.
Entre los
que adhieren a los productos soviéticos, el 30,1% de los encuestados dijo
hacerlo por la alta calidad, otro 24,3% por el buen sabor y un 5% por
cuestiones de nostalgia.
Dato que se
tire, por más controvertido que sea, y vire, desde la figura de Stalin, hasta
la supuesta falta de libertades en la URSS, siempre dan de lleno contra una
realidad opacada desde todos lados, en su momento opacada también desde Rusia a
discreción de Yeltsin, Putin y Medvedev; y es nada menos, que la relación de
los rusos con su pasado soviético, mucho más presente y real de lo que todos creen.
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